A lo largo de su historia, el jazz ha pasado de ser una
simple música de baile popular a una forma de arte reconocida en todo el mundo.
Paralelamente a dicho progreso, han cambiado también las actitudes hacia esta
música: en 1924 un periodista del New York Times se refería a ella como «el
retorno de la música de los "salvajes", mientras que en 1987 el
Congreso de los Estados Unidos de América declaraba al jazz como un «destacado
modelo de expresión» y como un "excepcional tesoro nacional". Se ha
señalado que el motor de dicho progreso ha sido la innovación, una
particularidad que siempre ha estado presente en la historia de esta música,
dirigiendo su evolución y caracterizando la obra de sus artistas más destacados
al lado de una rama más tradicionalista. Paralelamente a esta dicotomía entre
la innovación y la tradición, el jazz se ha movido entre la obra de unos
artistas que solo han buscado el reconocimiento de una pequeña pero selecta
audiencia y otros que ha dirigido sus esfuerzos a una audiencia más amplia
Adele nació el 5 de mayo de 1988 en Tottenham al norte de
Londres. Hija de la inglesa Penny Adkins (1970) una masajista y del galés Mark
Evans. Cuando tenía dos años su padre la abandonó dejando a su madre, de veinte
años, sola y sin ayuda de nadie. Comenzó a cantar a los tres años y afirma que
se obsesionó con las voces de algunas intérpretes por como cambiaban sus tonos,
«de enojado a excitado [y] de alegre a descontento». Recuerda que la primera
artista que llamó su atención fue Gabrielle, y para imitarla le pidió a su
madre comprar un parche ocular, que adornó con lentejuelas, sin embargo, al día
siguiente de haberlo usado lo votó tras sufrir «burlas en la escuela». En 1997,
a los nueve años, se mudó con su madre a Brighton, ya que Penny había
encontrado trabajo como fabricante de muebles y organizadora de actividades de
aprendizaje para adultos. Dos años más tarde, ella, su madre y su padrastro se
mudaron nuevamente a Londres; primero a Brixton y luego cerca de los suburbios
del distrito West Norwood en el sur de Londres, donde sus nuevos amigos la
indujeron a escuchar música R&B.
Adele lanzó su segundo álbum de estudio, 21, a principios de
2011, y fue éxito comercial en todo el mundo llegando a vender más treinta
millones de copias. Por sus ventas ha sido certificado dieciséis veces platino
en Reino Unido y en el territorio estadounidense se le concedió la
certificación de diamante por la Recording Industry Association of America
(RIAA). El álbum también contó con críticas favorables y recibió numerosos
premios a lo largo de 2011 y 2012, entre incluyen un récord de seis grammys,
dos galardones en los Brit y tres American Music Awards, respectivamente. Adele
ha vendido más de cuarenta millones de álbumes y cincuenta millones de
sencillos en todo el mundo.
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